lunes, 9 de mayo de 2016

Taekwondo y alteración en el complejo Tensor de la Fascia Lata y Cintilla Ilio Tibial.

En los últimos años, con la introducción de los sistema protección y puntuación (Protection and Score System, PSS) y los cambios de reglamento se han producido una modificación de las gesto-formas usadas por los deportistas. 

Actualmente, los golpeos laterales (ejecución prioritaria en plano frontal) con la pierna adelantada y a la cabeza del rival suponen la inmensa mayoría de las acciones ofensivas, tanto de ataque como contraataque.  Estos suponen una abducción del miembro inferior, sumada a una rotación interna de cadera para golpear al rival con el empeine. Además, en ocasiones, los golpeos no se realizan de forma directa, sino tras una abducción (casi máxima) mantenida o repetida, mientras se combinan rotaciones internas y externas de cadera, tratando de “engañar” al rival o encontrar “los huecos” para puntuar. 


El hecho de combinar una abdución de la cadera combinada, en la mayoría de los gestos, con flexión y con una rotación interna de cadera, puede acarrear una sobre solicitación del complejo TFL. Así mismo,  el sobreuso del TFL puede ocurrir cuando existe debilidad del glúteo medio (principal abdutor de la cadera). 

El TFL se inserta se inserta proximalmente sobre la espina ilíaca anterosuperior (EIAS), cresta ilíaca hasta la línea axilar media y en la capa profunda de la fascia lata. Se inserta en la parte anterior de la cintilla iliotibial (aproximadamente entre el primer y segundo tercio proximal del muslo) y la utiliza como tendón hasta la rodilla. (González Zas, 2016). El TFL actúa como flexor, abdutor y rotador interno de cadera y externo de rodilla. 

La banda ilio-tibial se relaciona a través de sus inserciones, con el vasto lateral (VL) y biceps femoral (BF), siendo estos músculos que se encuentran por lo general sobre solicitados o rígidos/cortos. Un exceso de tensión en el complejo TFL/VL/BF puede provocar una limitación en la rotación interna de la rodilla, así como una compresión excesiva en las estructuras del compartimento lateral de la rodilla. Así mismo, serán promotores del valgo de rodilla.


Además, como músculo flexor de cadera (sumado a otros músculos flexores) puede provocar alteraciones en el plano sagital, provocando la anteversión de la pelvis, acción que facilita o incrementa la aducción y rotación interna de cadera. Esto, sumado a las alteraciones en la rodilla, son factores que predisponen a dicha articulación a padecer lesiones.
  • Liberalización del complejo TFL/Cintilla Ilio Tibial y piramidal (si fuese necesario).
  • Optimizar el patrón neuromuscular y fortalecer la musculatura abdutora de la cadera, principalmente el glúteo medio.
  • Optimizar el patrón y la estabilidad del complejo CORE-Cadera, de sobra demostrado que estabiliza la pelvis, previniendo posibles alteraciones en la cadera, las cuales se trasladarán a la rodilla.
  •  Reforzar la activación de la musculatura extensora de cadera (principalmente Glúteo Mayor).
  • Reforzar la acción del músculo psoasilíaco como principal flexor de cadera.
  • Trabajo propioceptivo, en diferentes grados de flexión de rodilla.



Por si fuera poco, la banda iliotibial en su inserción se relaciona con el retináculo lateral de la rótula, por lo que puede influir en la posición de la misma, ocasionando alteraciones en la cinemática del complejo femoro patelar.

Por lo tanto, un deportista con un acortamiento/rigidez en este complejo verá incrementados los factores que provoquen una rotación interna de cadera, valgo, rotación externa de rodilla y desplazamiento lateral de la rotula. Estos son factores de riesgo de padecer lesiones en las estructuras en la rodilla: ligamento lateral interno, menisco externo, ligamento cruzado anterior o dolor femoropatelar. A falta de datos que lo confirmen (lo cual es otra tarea pendiente en la que estamos trabajando), parece, efectivamente, que se han incrementado las lesiones en estas estructuras últimamente en deportistas con alto volumen  y frecuencia de exposición a la práctica.

El glúteo mayor (músculo extensor y rotador de la cadera) debe actuar como antagonista del TFL (flexor y rotador interno), además el glúteo medio debe desempeñar la función de principal abdutor de la cadera, así como ayudar (mediante sus fibras posteriores) a la rotación externa. A estas funciones deben ayudar el resto de músculos pelvitrocantereos encargados de la rotación externa de la cadera. Cuando existe una debilidad/inhibición en estos músculos, se presenta un escenario idóneo para que el TFL se vea sobresolicitado, generando la situación de riesgo de lesión que ya hemos descrito.

Otro problema que se puede presentar, debido a la disfunción/inhibición del glúteo medio, es la activación excesiva del músculo piramidal, para "asistir" a la abdución. Esto ocasionará una restricción en la movilidad de la cadera.

Puesto que parece difícil modificar los gestos ejecutados, al menos hasta que se produzca un cambio en la normativa o los sistemas de registro de la puntuación, debemos encontrar estrategias que protejan la integridad física de nuestros deportistas. En mi opinión, esto pasa por:


Probablemente, sería recomendable revisar la capacidad de flexión-extensión del tobillo, de tal forma que la cinemática de la rodilla no se vea comprometida en determinados apoyos si la movilidad de la articulación del tobillo está limitada.