jueves, 27 de marzo de 2014

Suplementación con monohidrato de creatina y Taekwondo.

Las ayudas ergogénicas son habituales en el deporte de alto nivel, bien porque el organismo es sometido a un excesivo "estrés" fisiológico provocado por el entrenamiento y necesita un aporte extra de alguna sustancia o nutriente para recuperar el nivel óptimo, o bien porque pueden aportar mejoras al desempeño del deporte.


Pero ¿por qué es interesante la suplementación con monohidrato de creatina en el taekwondo? Para comprender esto, explicaremos brevemente las exigencias fisiológicas del taekwondo. El taekwondo es un deporte en el cual el éxito viene dado mediante acciones explosivas, contracciones musculares de alta intensidad y corta duración, pero que se han de repetir durante todo el combate. Estás acciones, se deben repetir durante todo el combate, de forma intermitente y aleatoria. A nivel metabólico, estás acciones de alta intensidad y corta duración se encuentran en la vía de los fosfágenos (anaeróbica aláctica), que utiliza cómo sustrato energético el propio ATP muscular y la fosfocreatina (PCr). Aunque la suma de estas acciones de manera repetida, puede agotar dichos sustratos energéticos y favorecer que a lo largo del combate otras rutas metabólicas: anaeróbica láctica (para seguir reponiendo el ATP) y aeróbica (para eliminar H+ y CO2).

Para poder comprender correctamente estos procesos metabólicos y como la suplementación con creatina (Cr) nos puede ayudar, explicaremos brevemente las necesidades energéticas del músculo para su contracción. Para que se produzca una contracción muscular es necesario que el ATP sea hidrolizado en la célula muscular para producir energía. La hidrólisis de un mol de ATP produce, en presencia de un mol de agua y un átomo gramo de Mg++, un mol de adenosina 5’-difosfato (ADP), un átomo gramo de fosfato inorgánico (Pi), otro de hidrogenión (H+) y 31.8 kJ de energía. Tras este proceso, el ATP debe ser repuesto para asegurar la producción de energía para una nueva contracción muscular. Cómo ya sabemos,  esta reposición en acciones de alta intensidad y corta duración se produce mediante la fosfocreatina cómo muestra la siguiente imagen:

PCr + ADP + H+ <----> Cr + ATP

 La concentración normal de total Cr (Cr + PCr) es de unos 125 mmol/kg músculo seco (Balsom et al., 1994), estando el 65% fosforilada en forma de fosfocreatina en reposo (Connet, 1987; Casey et al., 1996a). La supelentación con Cr parece que puede elevar la concentración de Cr intramuscular, por lo su posible efecto ergogénico puede suponer que: : 1) una mayor [PCr] proporciona más ATP para la contracción muscular en ejercicios de corta duración y elevada intensidad, 2) una mayor [PCr], junto con ADP y H+ produciría ATP y Cr durante el esfuerzo, lo que amortiguaría parte de la  bajada del pH y 3) el incremento del transporte de energía dentro de la célula producido por la Cr podría mejorar el desempeño en esfuerzos aerobios e intermitentes de alta intensidad, debido principalmente a que pueda tener un efecto amortiguador sobre el descenso del pH intramiocitario en esfuerzos intensos, ya que una mayor [PCr] intramiocitaria atenúa la caída de la [ATP] intramiocitaria, con la que la glucogenólisis se retrasa, tamponándose la caída del pH y teniendo en cuenta que la glucogenólisis se inicia prácticamente al comienzo del ejercicio intenso, mayor [PCr] intramiocitaria disminuiría la [H+] para producir ATP.

Parece obvio que tras lo expuesto, la suplementación con monohidrato de creatina en taekwondo es adecuada para incrementar el rendimiento. La duda surge ahora en cómo administrar la suplementación. Existen diferentes propuestas, hay autores que proponen una suplementación "aguda": Francaux et al. (2000), según los cuales la ingesta propuesta es de 21g Cr/día durante 14 días, Harris et al. (1993), en el que la suplementación de Cr en su estudio fue de 30g/día durante 6 días o Nelson et al. (2000), según los cuales el aporte debería ser 20g/día de monohidrato de Cr durante 7 días. Parece que la carga aguda y a corto plazo de Cr (20-25g Cr/día durante 5-10 días) produce efectos beneficiosos sobre el rendimiento en:

  • Ejercicios de alta intensidad y corta duración, donde la hidrólisis de PCr contribuye de forma predominante en la producción de ATP requerido, con mínima participación de la fosforilación oxidativa, debido a que la ingesta de Cr incrementa los depósitos intramusculares de PCr. 
  • Ejercicios donde se produzca una excesiva bajada del pH intracelular, ya que la hidrólisis de PCr actúa como buffer del descenso del pH, debido a que se consume un hidrogenión. 
  • Ejercicios donde el transporte de fosfatos de alta energía en el interior de la célula muscular sea importante, como ocurre en ejercicios intensos separados entre sí por pequeños períodos de recuperación o en ejercicios donde predomine la fosforilación oxidativa, ya que el incremento de la [Cr total] intracelular facilita el transporte de ATP desde los sitios de producción hasta los de su utilización. 

Sin embargo, algunos estudios han contrastado que esta forma de aportar la Cr puede supone un amento de la masa del deportista entre 0.9 y 2.2Kg (Williams, 1998), un efecto no siempre deseado en nuestro deporte. 

Otros autores, (Rawson, E.S; Stec, M.J; Frederickson, S.J; y Miles, M.P., 2010) proponen una suplementación con dosis bajas (2-3gr/día durante 6 semanas) cómo forma de aumentar la concentración de Cr plasmática sin aumentar la a masa corporal, la masa libre de grasa, masa grasa, porcentaje de grasa corporal, el agua corporal total, después de la suplementación, manteniendo los beneficios sobre la fatiga antes descritos. Así mismo, parece que el mejor momento para realizar el aporte de Cr es cuando los depósitos de la misma se encuentran en los niveles más bajos, de forma que los receptores son más sensibles a su captación. Por este motivo es recomendable que su ingesta se produzca durante o inmediatamente después del esfuerzo.